En la intimidad de su espacio el escultor y orfebre nos abre no solo las puertas de su taller, sino también las de su vida, fuentes de inspiración, recuerdos y lo transitado desde que llegó con su familia a Santa Rosa; donde echaron raíces. Aquí, comienza la búsqueda de un lenguaje propio que actualmente lo distingue. En un recorrido por su taller, descubrirás un mundo con sus propias reglas y anécdotas, donde el artista comparte su creación y filosofía de vida, dos facetas que se mezclan a la hora de crear obras, en las que el hierro, la alpaca y la madera toman protagonismo. Comenzó con la orfebrería, pasando por distintos momentos de creación, expresión y evolución. Fundir, calar, soldar, lijar y pulir. Un trabajo que lleva tiempo, observación minuciosa y mucho arte. Este camino de vida, lo recorre junto a Denise, quién lleva toda una vida dedicada al oficio de ceramista; el contacto con la arcilla lo tuvo desde pequeña. Su taller es como una parada en el tiempo. El olor a barro caracteriza el lugar. Entre sus estantes se agolpan vasijas, tazas, maceteros, platos, jarros, una gran variedad de utilitarios. En el atelier, donde se entremezclan sus obras, se respira arte en cada rincón y visitarlo se convierte siempre en una experiencia única. En este mágico lugar de las Sierras podes encontrar esculturas de gran porte hasta pequeños objetos de gran valor artístico, cada uno con su propia impronta. Marcelo ha recibido innumerables distinciones a nivel nacional e internacional.